[Letra O] - OÍDOS / OÍR
Amor
por cada palabra que uno haya oído. Expectativa ante cada palabra que aún
pudiera oír.
Insaciabilidad
de palabras.
¿Es
eso inmortalidad?
*** El corazón secreto del reloj. Apuntes 1973-1985 (1984).
[Ed. GG: pág. 561]
[Letra O] - OÍDOS / OÍR
Es
un gran placer escuchar a los demás cuando no tienen nada que decir. Han de ser
lo que son y no debemos juzgarlos ni, menos aún, intentar influir en ellos.
Abre otra vez los oídos y deja que todo afluya, lo absurdo, lo no clasificado
en ningún sitio, lo vano.
El
sentido deberás dárselo sólo más tarde, en tu invención.
*** Hampstead. Apuntes rescatados 1954-1971 (1960). [Ed.
GG: pág. 732]
[Letra O] - OÍDOS / OÍR
Revivo
cuando cuento muchas cosas de viva voz, no importa a quién, sólo han de ser
espontáneas y no estar prefijadas por nada. Nunca debo saber previamente qué
voy a contar. Tampoco deberá repetirse, y tiene que sorprenderme.
Dependo,
pues, de unos oídos, y agradezco infinitamente a quienes prestan los suyos a
mis palabras. Mas no deberán ser oídos vanidosos ni fingidores, y yo he de
tener la sensación de que podría mantenerlos abiertos mil días con sus noches.
Siempre
me resulta doloroso dejar de contar, y este dolor es el que me mantiene con
vida.
*** Hampstead. Apuntes rescatados 1954-1971 (1970). [Ed.
GG: pág. 838]
[Letra O] - OÍDOS / OÍR
Él
va por ahí con los ojos cerrados –sin que se le note– para oír mejor. Cuando oye muy bien ve, de pronto, aquello ante
lo que ha cerrado los ojos en una dimensión gigantesca y se asusta mortalmente.
*** Apuntes 1973-1984 (1980). [Ed. GG: pág. 913]
[Letra O] - OÍDOS / OÍR
¿Será
hambre de vida la palabra adecuada? ¿Se
vive por mor del hambre y de la saciedad? ¿Cómo han vivido, entonces, los
ascetas que renunciaban a saciarse?
¿Habría
una vida rica sin esta hambre? ¿De los ojos, de los oídos? Ahora veo que los
colores y las palabras me estimulan por
sí mismos.
Hace
cincuenta años adopté ciertas medidas por si me pasaba al bando de quienes
desean la muerte y lo decía. Pero
esto jamás ha ocurrido. Respiro ante cada mañana que llega. Respiro
profundamente en el sueño. Aquello que me era próximo, regresa y plantea sus preguntas.
Yo no intento contestarlas y vuelvo a preguntar. Pienso en la gente que aún podría
estar ahí. Quién soy yo para impedírselo. Mi mosca va de un lado para otro y no
tiene miedo. Se hace la apresurada; yo no lo estoy, y temblaría si me viera con sus ojos.
*** Apuntes 1992-1993 (1993). [Ed. GG: pág. 1030]
[Letra O] - OJOS
El
movimiento peculiar del saber. Se queda largo tiempo quieto, como una piedra o
como algo aparentemente muerto. Mas luego, de improviso, asume un carácter
vegetal. Lo miramos por casualidad: aunque no se ha movido del lugar, ha
crecido. Un gran momento, pero todavía no es el milagro. Pues un día miramos a
otro lado y ese saber está allí, donde hasta ese momento, con toda seguridad,
no había estado. Ha cambiado de sitio, ha saltado.
Cada cual aguarda ese saber que salta. En la noche, de la cual estamos llenos,
prestamos oído a los bufidos de las nuevas fieras depredadoras, cuyos ojos
refulgen ávidos y peligrosos en la oscuridad.
*** La provincia del hombre. Apuntes 1943-1972 (1943). [Ed.
GG: pp. 170-171]
[Letra O] - OJOS
Los
inquebrantables, ¿cómo lo hacen? Los imperturbables, ¿de qué están hechos?
Cuando todo ha terminado, ¿qué respiran? Cuando el silencio se impone, ¿qué
escuchan? Cuando lo caído no vuelve a levantarse, ¿cómo caminan? ¿Dónde encuentran
una palabra? ¿Qué brisa les acaricia las pestañas? ¿Quién abre para ellos el oído
muerto? ¿Quién susurra el nombre helado? Cuando el sol de los ojos se extingue,
¿dónde encuentran luz?
*** La provincia del hombre. Apuntes 1943-1972 (1963). [Ed.
GG: pág. 296]
[Letra O] - OJOS
Sociedades
Una
sociedad en la que los hombres puedan ser jóvenes o viejos a su antojo y
cambien de edad continuamente.
Una
sociedad en la que toda la gente duerme de pie en medio de la calle, sin que
nada los moleste.
Una
sociedad en la que exista un ojo único que ronde incesantemente. Todos quieren
ver lo mismo y lo ven.
Una sociedad
en la que los hombres lloren una sola vez en su vida. Así se ahorran mucho, y
cuando esa única vez ha pasado ya no esperan nada para sí mismos y se vuelven
mustios y viejos.
Una
sociedad en la que cada hombre sea retratado y le rece a su propio retrato.
Una
sociedad en la que los hombres desaparezcan repentinamente pero no se sepa que
han muerto; no existe la muerte, no hay ninguna palabra para designarla, y
ellos están contentos.
Una
sociedad en la que, en vez de comer, la gente se riera.
Una
sociedad en la que nunca pueda haber más de dos personas juntas, cualquier otra
posibilidad sería impensable e intolerable. Cuando se les acerca una tercera,
las dos se separan, asqueadas.
Una
sociedad en la que cada persona amaestre a un animal para que hable, luego éste
habla por ella que, a su vez, enmudece.
Una
sociedad integrada únicamente por viejos que, cegados, engendran gente cada vez
más vieja.
Una
sociedad en la que no existan excrementos, todo se disuelve en el cuerpo. Son
personas sin sentimiento de culpa que sonríen y devoran.
Una
sociedad en la que los buenos apesten y todos los esquiven. Son, no obstante,
admirados desde lejos.
Una
sociedad en la que nadie muera solo. Sc juntan mil personas en forma espontánea
y son ajusticiadas en público, ésa es su fiesta.
Una
sociedad en la que cada cual solo hable abiertamente con personas del otro sexo.
Hombres con mujeres, mujeres con hombres. Pero no un hombre con otro hombre ni
una mujer con otra mujer, o bien sólo a hurtadillas.
Una
sociedad en la que los niños hagan de verdugos para que ningún adulto se manche
las manos con sangre.
Una
sociedad en la que solamente se respire una vez al año.
*** La provincia del hombre. Apuntes 1943-1972 (1964). [Ed.
GG: pp. 298-299]
[Letra O] - OJOS
Los
inquebrantables, ¿cómo lo hacen? Los imperturbables, ¿de qué están hechos?
Cuando todo ha terminado, ¿qué respiran? Cuando el silencio se impone, ¿qué
escuchan? Cuando lo caído no vuelve a levantarse, ¿cómo caminan? ¿Dónde encuentran
una palabra? ¿Qué brisa les acaricia las pestañas? ¿Quién abre para ellos el
oído muerto? ¿Quién susurra el nombre helado? Cuando el sol de los ojos se
extingue, ¿dónde encuentran luz?
*** La provincia del hombre. Apuntes 1943-1972 (1963). [Ed.
GG: pág. 296]
[Letra O] - OJOS
Ojos
que sólo vean el interior del cuerpo, pero con toda la sangre, y con precisión.
Un ojo hacia dentro, un ojo hacia fuera. ¿Cómo serían los hombres si tuvieran
esta doble mirada?
*** La provincia del hombre. Apuntes 1943-1972 (1971). [Ed.
GG: pág. 383]
[Letra O] - OJOS
Nadie
lo perturba. Al parecer está ahí sentado. No asevera nada. Calla. No tiene
tela, no es una araña. Lo asombran las ruedas y los colores, los bienes y el aire.
Ha enmudecido, ¿cuándo? ¿Quién conoce su mano? Insaciable el ojo. Extinguidos
todos los sonidos.
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